miércoles, 9 de enero de 2008

Articulo leído en el XV aniversario de la SCSF

El CUMIS, Campamento Universitario Multidisciplinario de Investigación y Servicio, es un brazo importante de la Sociedad Científica de san Fernando. Agrupación creada, desarrollada y sostenida por los alumnos de la Facultad de Medicina de San Fernando de la UNMSM, son los responsables de esta gran labor desarrollado a lo largo de estos 15 años y muy especialmente para el CUMIS en los últimos…….. Años.

Los estudiantes de nuestra querida Facultad han rescatado lo que los profesores hemos olvidado la investigación y el servicio. La investigación hecha no para beneficio personal o institucional directo, sino para la gente de nuestra patria y dentro de este grupo, la de extrema pobreza. Investigaciones y servicios no sostenibles en el tiempo por falta de recursos, pero que han hecho dar una luz de esperanza en todas aquellas comunidades que han sido favorecidas investigaciones y servicios que han servido para mostrarnos a nosotros sus profesores que tenemos jóvenes valiosos con una gran generosidad interna que no hemos sabido canalizar. Jóvenes que No son guiados por el deseo de una ideología, o algún tipo de proselitismo, sino que son jóvenes guiados por el deseo de servir. Los jóvenes de la Sociedad Científica de San Fernando, rescatan la esencia de nuestra vocación EL SERVICIO o dicho de otra manera el amor al que sufre.

“La palabra amor hoy esta tan deslucida, tan ajada y se abusa tanto de ella, que casi da miedo pronunciarla. Sin embargo, se trata de una palabra fundamental. No podemos simplemente abandonarla. Hay que retomarla, purificarla y volver a darle su esplendor original para que pueda iluminar nuestra vida”. Ustedes jóvenes lo están haciendo.

El amor debe partir de la intimidad personal y dirigirse hacia el prójimo como un fuerte sentimiento humano, “eros”; éste se va transformando interiormente hasta convertirse en “ágape”, que es amor por el otro y que ya no busca a sí mismo sino que se convierte en preocupación por el otro, disponibilidad a sacrificarse por él y apertura al don de una nueva vida humana. Ustedes jóvenes lo están haciendo.

Cuando esto pasa por la convicción de la existencia de un SER SUPERIOR se convierte en CARIDAD, que es un compromiso que va más allá de la mera filantropía, este Dios nos impulsa a ser su instrumento para aliviar la miseria.

Un primer requisito fundamental es la competencia profesional, pero por si sola no basta. Estamos tratando seres humanos, y los seres humanos necesitan siempre algo más que una atención sólo técnica correcta. Necesitan Humanidad, cordialidad, una atención que sale del corazón para que el otro experimente su riqueza de humanidad.

No se puede promover la humanización del mundo renunciando, por el momento, a comportarse de manera humana.

M. Halter dice:” Hitler puede haber perdido la guerra en el campo de batalla, pero terminó ganando algo. Porque e hombre del siglo XX creó el campo de concentración, resucitó la tortura y enseñó a los semejantes que es posible cerrar los ojos ante la desgracias ajenas”

Puede que tenga razón: existen niños abandonados, desnutridos, civiles masacrados, inocentes en las cárceles, viejos solitarios borrachos en las cunetas, profesores que no enseñan, estudiantes que no estudian, profesionales de la salud que no tiene espíritu de servicio, locos en le poder.

Pero existen jóvenes como ustedes, los de la Sociedad Científica de San Fernando de la UNMSM que no aceptan lo inaceptable.

Hemos tenido muchas dificultades y las seguiremos teniendo, una de ellas que la facultad nos ha quitado su apoyo económico, confiamos en que esto se resuelva; pero estamos luchando por lo que creemos: Amor al que sufre, amor al estudio y a nuestra Facultad. Han pasado muchos jóvenes por el CUMIS, algunos más constantes que otros, estoy seguro que son buenos profesionales de la salud, es decir no solo con una gran competencia profesional , sino que además con una gran humanidad, es probable que las personas de aquellos lugares donde pudimos compartir , el frío o el calor , el suelo para dormir, la dezasón de no poder dar más, se olviden de nosotros pero si es seguro que recordaran que fueron jóvenes Sanfernandinos, jóvenes que a diferencia de muchos otros escucharon el pedido de otro estudiante de Medicina D.A. Carrión “Ahora les toca a ustedes continuar la obra que yo he comenzado”. Pero este trabajo que hacemos no debe ser un mecanismo de sublimación para que cuando seamos profesionales dirijamos nuestros esfuerzos a buscar la gloria y el prestigio, pensando que ya dimos nuestra cuota, ninguna cuota será suficiente mientras tengamos hermanos nuestros que no tengan acceso a la alegría de estar física y mentalmente sanos, es nuestro deber que cuánto más tenemos o sabemos más tenemos que dar, porque todo lo que tenemos lo hemos recibido de alguien, no es nuestro, es de los demás y a los demás debe volver. Será difícil pero debemos alejar el temor y al igual que Jhon Bunyan debemos decir “aún cuando haya pasado por todo lo que pasé, no me arrepiento de los problemas en los que me metí porque fueron ellos los que me condujeron hasta donde deseé llegar. Ahora, todo lo que tengo es esta espada, y la entrego a cualquiera que desee seguir su peregrinación. Llevo las marcas y las cicatrices de los combates; ellas son testimonios de lo que viví, y recompensa de lo que conquisté.

Son estas marcas y cicatrices queridas las que me abrirán las puertas del paraíso. Hubo una época en la que viví escuchando historias y hazañas. Hubo otras épocas en que viví simplemente porque necesitaba vivir. Pero ahora vivo porque soy un guerrero y porque quiero un día estar sonriendo en la compañía de Aquel por quien tanto luché.

Autor: Dr. Cristian Andonayre Munayco

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1 comentarios:

Edgardo dijo...

excelente artículo donde nos da el perfil ideal del médico que debería practicar la investigación y el servicio humanitario juntos. ojala q el médico alcanzara el amor ágape porq aparte de ser el amor hacia el prójimo es EL AMOR de DIOS desinteresado ,sacrificado y bondadoso

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